El Paseo Bravo
HISTÓRIA
El Paseo Bravo se conforma a partir del siglo XVI, desde un inicio se estableció por diferentes plazas como El Parral, Oaxaquilla y Guadalupe. Las transformaciones que va sufriendo la ciudad al paso del tiempo hacen cambiar al Paseo Bravo, como nos muestra Ricardez Sánchez, que según el plano de Medina en 1754, en el cual se observan tres de las cinco manzanas que forman el Paseo Bravo, en este plano se observa que las plazas edificadas están ubicadas del lado poniente, mientras que la plazuela de Guadalupe estaba prácticamente desocupada, al igual que otras dos cuadras.
En la época novóhispana, en 1768, el Paseo Bravo era ocupado como un campo de práctica militar. El parque se encontraba fuera de la traza española y tampoco correspondía a algún barrio de los fundados. Para los años entre 1812 hasta 1833 el actual Paso Bravo fue utilizado como cementerio pues un alto número de muertes se registraron en ese periodo provocado por la viruela y el cólera por lo tanto se tuvo que echar mano de un lugar grande, entonces se improvisó como panteón. A principios del siglo XIX esta plaza se utilizo, nos dice Hugo Leicht, como lugar de horca.
La fecha de conformación de está plaza inicia con el establecimiento del monumento en conmemoración a don Nicolás Bravo, esté es uno de los parques que en la ciudad cuenta con un mayor número de monumentos a héroes o ciudadanos importantes, la gran mayoría han sido donados por comunidades extranjeras radicadas en la ciudad como la española, la francesa y la inglesa.
Desde su inicio fue pensada como un lugar al cuál pudiera asistir un mayor número de habitantes para la diversión dominical, pues para cuando se establece este campo en la ciudad, solamente se cuenta con el paseo de San Francisco y el Zócalo como lugares a abiertos. En 1897 se construye el kiosco y al siguiente año es visitado por el presidente de la república el general Porfirio Díaz para poner la primera piedra de lo que será el monumento a la independencia.
En 1921 la colonia francesa regala a la ciudad un reloj (que se conoce como el del gallito) esto por el primer centenario de la independencia. Mas tarde en 1929, también la colonia inglesa donó una fuente que se conoce como China Poblana y el Charro. En estas mismas fechas el ayuntamiento en turno promueve la construcción de un zoológico, instalando un lago artificial para patos y cisnes. Entre los animales que los visitantes podían ver eran el venado, tejon, coyote, leones, renos, jabalíes y algunas variedades de monos todos estos animales estaban en jaulas.
Para la década de los años cincuenta se construye el museo de Historia Natural. Es importante mencionar que este espacio ha tenido diferentes nombres desde Paseo Nuevo, Paseo de San Javier, Alameda nueva, Paseo de la Emperatriz Eugenia, por ultimo el nombre que se conserva Paseo Bravo y según el vulgo común el gateo bravo, pues se conoce que ahí llegan las sirvientas ha pasar su tiempo libre.
ETNOGRAFÍA
El Paseo Bravo esta delimitado por las calles Reforma al norte, al sur por la calle 11 poniente, al oriente por la calle 11 sur y al poniente por la calle 13 sur. Este lugar, además de ser un lugar de paso, se caracteriza por ser utilizado gente de escasos recursos y por ser distracción para empleadas que llegan a la ciudad a trabajar en casas haciendo labores domésticas. De igual forma es utilizado por los escolares, de lunes a viernes se llena de estudiantes de diferentes escuelas cercanas a este.
Aun así el Paseo Bravo lo utilizan igual familias, migrantes, soldados (en sus días libres), parejas, trabajadores, (policías, barrenderos, vendedores, etc.). En este lugar hay diferentes monumentos y fuentes que ya algunas están en pésimo estado, el lugar alberga un edificio de recaudación de impuestos, (antes acuario) también está el kiosco, por el lado de la once sur están los baños públicos.
Se viene a este lugar a descansar, a "matar el tiempo, a pasear, a jugar a esperar a comer, incluso algunos escolares lo utilizan como lugar de pelea" nos comenta un informante que tiene su puesto de chicles y chocolates en un carrito.
Diferentes actividades se dan en este lugar. Podemos diferenciar algunos microespacios, por ejemplo el reloj del gallito en este monumento, donado por la colonia francesa, lo han utilizado diferentes personas como punto de referencia obligado para esperar a los amigos, a la pareja, familia, etcétera. Es una esquina emblemática y de suma importancia para el lugar y para los poblanos, pues de ahí se parte a otras partes de la ciudad, ahí se llega de la casa, del trabajo o de algún otro lado, también de ahí salen algunas manifestaciones que se dirigen al zócalo. Alrededor de este hay un puesto de periódicos, y hay bancas.
A todas horas se puede ver gente esperando, descansando o mirando las revistas del puesto, pero las horas más solicitadas son de las doce del día hasta las dos de la tarde y después de las cuatro de la tarde hasta cerca de las ocho de la noche. Otro lugar dentro del Paseo Bravo es la plaza que está del lado de Reforma, recientemente se le agregó fuentes al centro de está, en donde se ha convertido en un atractivo principalmente para los escolares que salen de la escuela y llegan a mojarse, para niños y también para familias que llegan a retratarse.
Vale mencionar que en toda la plaza hay bancas que la mayoría parte del día están ocupadas. El paseo Bravo es cortado por la calle tres ponente, por donde circulan los carros, y de norte a sur por un pasillo amplio que termina en el Kiosco. En pasillo lo utilizan desde transitar familias, niños, jóvenes, escolares etc., y para poner comercios improvisados ya sea de temporada o permanentes, en donde se venden comida; chalupas, elotes, chicharines, chicles, cigarros, dulces, refrescos, (durante la noche llegan los carritos de hamburguesas y hot-dogs). Los comercios de temporada son establecidos con el permiso del ayuntamiento, por ejemplo para vender libros, revistas, artesanías y pósters.
Los sábados y domingos en este pasillo aprovechan para ponerse algunas personas como merolicos, ofreciendo sus productos y servicios entre los que destaca el esoterismo, el culto a la muerte en donde además sirven como atractivo para los visitantes los diferentes animales exóticos (serpientes, reptiles) que presentan. Apenas a unos metros, antes de llegar al Kiosco, está otro microespacio, aquí se pueden ver fotógrafos, hay tres personas que se dedican a tomar fotografías con una escenografía improvisada, un paisaje de los volcanes, un burro de peluche y un toro que llama la atención de los paseantes, en el día domingo son más estilizados y elaboradas estas escenografías.
También los fines de semana hay renta de coches eléctricos, un colorido tren que pasea a los niños por todo el Paseo Bravo, en este mismo lugar ponen un castillo inflable.
El Kiosco está dentro de una plaza en forma de círculo, se ve gente de todas edades y géneros. También hay diferentes usos para este, en el kiosco, lo utilizan principalmente los escolares, para descansar o para ensayar las Bandas de Guerra de las escuela, o también al salir de la escuela vienen a este lugar a platicar o a realizar sus tareas. Algunos, otro, jóvenes llegan a practicar break -dance.
En los fines de semana, algunas veces el ayuntamiento realiza bailes de danzón principalmente, entonces se llena de adultos mayores la plaza. Aquí mismo se sienta las personas largos ratos, los niños aprovechan para traer sus bicicletas y dar vueltas por el kiosco. Pasando este espacio están las instalaciones de recaudación de impuestos, antes el acuario. Hay juegos para niños, pero se ven principalmente parejas de novios, ya llegando al final del Paseo Bravo esta una fuente de Talavera en donde aprovechan los estudiantes para "pasar el rato" y alguna que otra pareja. Entonces podemos ver como en estos microespacios la gente los utiliza de acuerdo a sus necesidades.
También hay otros lugares, esto son las periferias, por ejemplo la que da a la calle once sur, ahí recurren diferentes actividades. "en las noches hay un chingo de estudiantes y parejitas, aquí esperan su combi o se sientan a echar novio", nos informó Arturo, joven que se dedica a vender chicles de micro en micro. Por ser un paradero obligado para el transporte público se llena de personas que esperan para abordar su autobús, vendedores que esperan un autobús lleno para subir a vender chicles, lapiceros, chocolates, paletas etcétera.
Otro lugar es el que está en Reforma, en esta calle coincide con la iglesia de Guadalupe y con una plaza aledaña a está en donde hay parejas de novios y jóvenes haciendo acrobacias en patineta. En este espacio se ven a la una o dos de la tarde los trabajadores de tránsito que llegan a pasar lista, boleadores, cuidacoches. Cerca de la noche también en la esquina con la trece poniente se utiliza para la prostitución, tanto de mujeres como de homosexuales.
Por el lado de la trece sur se convierte en un estacionamiento improvisado, con esto franeleros que igual cuidan el coche o lo lavan.
Fuente: http://www.fotosdepuebla.org
Autor: Alberto Angel Morales Martinez