Caminando por el centro de la ciudad de Puebla y concretamente por el Barrio de los Sapos, podemos encontrar un lugar muy pintoresco, lleno de tradición, en donde pareciera que el tiempo no pasa.
Se trata de “La Pasita”, una cantina que se inauguró en 1916 por el señor Emilio Contreras Aicardo. A pesar del tiempo, esta cantina tradicional de Puebla no pasa de moda.
Se trata de la cantina más famosa de Puebla y es reconocida internacionalmente gracias a su tradicional bebida es la: “Pasita” -es un licor de pasa que se sirve con una pequeña porción de queso y una fruta seca- que se prepara de forma artesanal.
“Dos cuadras de pasitas, cinco cuadras de pasitas”
Cuenta la tradición y el mito, que La Pasita se hizo famosa porque servía bebidas según el número de cuadras que el consumidor podría aguantar en pie luego de consumirlas, ya que los efectos de este licor dulce hacía que las personas cayeran por los efectos del alcohol.
Incluso había quienes pedían su “pasita” para dos cuadras, una cuadra y media, cinco cuadras, en fin; cada quien sabía su medida; fue en la década de los cincuenta del siglo XX cuando se hizo famosa.
A lo largo de su historia ha sido visitada por artistas, estudiantes universitarios, políticos y personalidades de la cultura de Puebla y México.
El horario de la Pasita es de 12:30 a 17:30 horas, muchas ocasiones se le ha pedido a sus propietarios que la abrieran más tiempo, pero ellos dicen que “de lo bueno poco”.
Leyenda, mito o realidad
Se cuenta que en la Pasita por muchos años se ha hecho un concurso que trata de comprobar la resistencia de los consumidores:
“Quien aguante a tomarse 100 copas de pasita se gana mil pesos y las copas son gratis”
Un hombre de apodo EL Peterete se tomó 100 copitas de pasita y recibió un premio de mil pesos; años más tarde un joven de nacionalidad española y de tan sólo 27 años de edad intentó igualar la hazaña del Peterete, pero sólo consiguió beber 93 copitas y calló desmayado, tuvo que recibir los primeros auxilios por parte de la Cruz Roja.
La Pasita y el Museo de lo increíble
Además de degustar esos deliciosos licores podemos entretenernos observando curiosidades como: la brocha con que se pintó el mar rojo, la herradura del caballo de Troya, la Granada que le voló la mano al manco de Álvaro Obregón y un sinfín de cosas que muchos de los consumidores de este lugar no logran apreciar.
También se observan billetes, monedas de diferentes partes del mundo, firmas de autógrafos de personajes que han visitado La Pasita. Fotos antiguas, recortes de periódicos con datos curiosos, bromas y otros objetos.
Fuente: www.wikipuebla.com
Autor: Alberto Angel Morales Martinez
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